jueves, 28 de agosto de 2008

El Mamut

Comienza el día, hemos decidido no irnos a dormir hasta encontrar a la legendaria y escurridiza criatura. Viajamos muy emocionados por la espectativa de verlo por fin.

Muchos han fallado en la misión, muchos han caido en el camino y han vuelto desilusionados, y se han arrepentido de por vida y han sufrido mucho por no haberlo encontrado, pero no será nuestro caso, debemos encontrarlo cueste lo que cueste.

Hemos recorrido mucho camino pero sin encontrarlo, esto comiena a exasperarnos, pero no desistimos, sabemos que el éxico de la misión está en nuestra perseverancia.

Hace un sol abrasador, y las condiciones del camino distan de ser las más cómodas, pero debemos resistir, podemos sentirlo, sabemos que está cerca...

Después de incontables horas ¡lo vemos por fin! ¡Ahi está! No podemos creer lo que ven nuestros ojos, por fin la mítica y legendaria criatura se deja ver, y nosotros no sabemos que hacer frente a este espectáculo.

Si, ¡ahi está por fin! ¡Por fin!


¡Al fin hemos coronado con éxito nuestra misión! y volvemos a casa muy contentos a comer un perrito caliente.
Definitivamente sentimos que no hemos vivido en vano...

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